Intimidad

“Esta es la noche más triste, porque me marcho y no volveré”. Así comienza el narrador de Intimidad de Hanif Kureishi. Jay ha decidido dejar a su esposa porque siente que ya no es feliz a su lado. La dejará pese a los dos pequeños a quienes ama profundamente, pese a su esposa fiel e inteligente y al derrumbe que causará en sus vidas, que es digamos lo que más lo atormenta con la decisión que tomará.

Pero Jay también tiene una amante, Nina. Una amante a quien ya no ve hace un tiempo pero que será clave para comprender mejor su decisión y, sobre todo, la finalidad de la novela. Si nos preguntamos por qué Jay es capaz de abandonarlo todo, podríamos responder de la manera más simple y general: porque no es feliz. A lo largo del texto, Jay irá reflexionando y contándonos su vida sentimental, su traición (”Susan, si me conocieras, me escupirías en la cara. Te he mentido y traicionado día tras día. Pero si no me lo hubiera pasado en grande con esas mujeres, no habría aguantado tanto tiempo aquí“). Por supuesto, para Jay la mentira es una manera de sobrevivencia matrimonial o sentimental; mentir para él era salvaguardar las cosas más importantes, o al menos las aparentemente importantes: su matrimonio, sus hijos, su familia.

Pero ahora que no hay amante de por medio, ahora que su vida lleva la ausencia del deseo y la inquietud de la rutina, la determinación de marcharse de súbito (no dará explicaciones a su esposa Susan y tan solo dejará una nota en la mesa), se le vuelve imperiosa. ¿Por qué de esta manera? La actitud de Jay, más que un acto de cobardía, es un acto de venganza. Abandonar la casa, huir subrepticiamente de la manera más indiferente, significa para mí una recriminación y un gesto de culpabilidad hacia su esposa: ella, quien no ha podido hacerlo feliz, no merece ser abandonada de la manera más digna sino más bien de la forma más cruel, como si se tratara de cualquier conocido y no de alguien con quien en un momento deseaste establecer una familia.

Así parece actuar Jay en el fondo. Hay en él un odio reprimido que explota y que lo impulsa a esa destrucción. Pero así como Kureishi nos muestra un mosaico de la infelicidad de la pareja, el fin del matrimonio y sus consecuencias, también da opción a la reencarnación. Y esta es la clave de Intimidad: la felicidad debe ser la búsqueda primordial del ser humano por sobre todas las cosas, aun si con ello destruimos la felicidad de otras personas, aun si esas personas formen parte de aquellas a quienes amamos alguna vez.

Escalofriante conclusión: si solo puedes ser feliz destruyendo la felicidad de otro, hazlo.

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